Bahía Blanca fue sacudida por una catástrofe. Las imágenes que llegaron, y que aún llegan, de los efectos de las lluvias e inundaciones son tremendas. Hace poco más de una semana, la mencionada localidad bonaerense fue golpeada por el desborde de un arroyo cercano, debido a las intensas precipitaciones, y tardará mucho tiempo en volver a resurgir.
Inundaciones en Bahía Blanca: causas de una ciudad devastada por el cambio climático y obras añejas
Luego de las inundaciones en Bahía Blanca, la ingeniera en Recursos Hídricos Viviana Sucarelli dialogó con UNO, explicó los motivos y habló de repensar obras.
Las causas de las inundaciones en Bahía Blanca explicadas por la la ingeniera en Recursos Hídricos Viviana Sucarelli.
Para hacer un breve resumen, en apenas 12 horas, la ciudad recibió 290 milímetros de lluvia, lo que produjo el desborde del arroyo Napostá y del canal Maldonado. El desastre tuvo un saldo de al menos 16 muertos y más de 1.500 evacuados. De hecho, a más de una semana de la tragedia, todavía hay lugares en los que el agua no se retiró.
LEER MÁS: SMN: la importancia de contar con alertas meteorológicas
Un poco de claridad sobre lo sucedido en Bahía Blanca
El bombardeo mediático desde suelo bahiense es inconmensurable. Todo el día, los principales medios de la Argentina pasan horas transmitiendo en vivo, algo que, seguramente, irá en disminución como cada noticia que impacta y serán los medios locales los que se ocuparán de difundir la información para que siga manteniendo algo de espacio a nivel nacional.
Es así que es mucha la información que da vueltas, además se toma el tema como una cuestión política, donde abunda la chicana desde uno u otro lado de la grieta.
En este marco, UNO dialogó con la ingeniera en Recursos Hídricos, Viviana Zucarelli y brindó sus conocimientos para aclarar un poco más lo acontecido en Bahía Blanca. “Para entender lo que ocurrió en la ciudad de Bahía Blanca es importante tener en cuenta algunos conceptos”, resaltó en el comienzo la profesional. Y aclaró: “Por ejemplo, hay que resaltar la diferencia entre crecidas e inundaciones. La primera es un fenómeno natural que ocurre cuando llueve y los ríos aumentan su nivel de agua y su caudal”. Y siguió: “La segunda es la situación que ocurre cuando hay agua en lugares en los que no debería haber agua”.
Más adelante, Zucarelli diferenció: “Por otra parte, las inundaciones pueden ser fluviales, es decir que ocurren por desborde de los ríos, o pluviales, que ocurren por precipitaciones intensas, cuando gran cantidad de agua cae en poco tiempo”.
Varios factores de las inundaciones
En otro tramo de la la charla, la ingeniera manifestó que “las inundaciones ocurren por causas naturales y por causas antrópicas, que es por acciones del hombre”.
Enseguida destacó que “como principal causa natural podemos citar al cambio climático, a la variabilidad del clima. Como causas antrópicas podemos mencionar, entre otras; al cambio del uso de suelo, a la urbanización, a la falta de mantenimiento de las obras hidráulicas, a la falta de ordenamiento territorial, a la falta de planificación hídrica”.
—¿Lo que pasó en Bahía Blanca fue una suma de todo lo enumerado?
—Podríamos decir que fue un conjunto de estas cosas. Por un lado, se presentaron precipitaciones extraordinarias, 290 mm. en menos de un día, cuando en la región, en promedio, precipitan 650 mm al año. Pero, además, se produjo el desborde del canal Maldonado, que es el principal drenaje de la cuenca, junto con el arroyo Napostá. Frente a esta situación, es probable que cualquier ciudad de la región colapse o sufra inundaciones de este tipo.
Pensar a futuro
En otro tramo de la charla, Zucarelli expresó, y también se preguntó: “Lo primero que deberíamos plantearnos es cómo y cuándo han sido diseñadas las obras hidráulicas, es decir, para qué precipitaciones y para qué caudales han sido diseñadas. La mayoría de las obras de drenaje, puentes, alcantarillas, etc., han sido diseñadas para las condiciones del clima y de la cuenca de hace algunos años; que no contemplan la situación actual, en un contexto de cambio climático y con las modificaciones en la cuenca”.
A lo que añadió: “Todo esto que enumero implica repensar las obras hidráulicas. Las cuencas y los ríos son sistemas naturales dinámicos y que deben ser estudiados en su integralidad. Y esos estudios deben ser actualizados”.
Paliativos
Pensando a futuro, y teniendo en cuenta que este tipo de fenómenos serán cada vez más recurrentes, la profesional sostuvo: “Para mitigar los impactos de estas inundaciones se pueden implementar medidas no estructurales. Por ejemplo, se podría tener un Sistema de Alerta Temprana que avise cuándo se va a producir un evento de características extraordinarias, un plan de contingencia para actuar ante eventos extremos (tanto sequías como inundaciones), la concientización a la población, la zonificación del suelo de acuerdo al grado de inundabilidad, por citar algunos ejemplos”.
Más adelante comparó: “Muchas ciudades, como la ciudad de Santa Fe, están emplazadas en el valle de inundación de un río y tenemos que saber que esa situación nos vuelve vulnerables, pero, además, estos eventos extremos van a ser cada vez más frecuentes, más intensos y localizados”.
Y cerró: “Los tomadores de decisiones tienen que saberlo, prepararse y preparar a la población para enfrentar estas contingencias”.