El Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (Iaaer) realizó un nuevo encuentro quincenal del Cineclub en el marco del ciclo Diálogos y proyectó la película Una escuela en Cerro Hueso.
Nuevo encuentro del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos
El Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos, en el marco del ciclo Diálogos, proyectó la película Una escuela en Cerro Hueso
Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos
Este evento tuvo lugar el martes 22 en la Sala Rubén Noble, donde se congregó un considerable número de asistentes, creando un ambiente vibrante y lleno de expectativa. La velada fue enriquecida por la presencia de su directora, la cineasta santafesina Betania Cappato, y de Iván Fund, quien se desempeñó como director de fotografía, camarógrafo y montajista. También estuvo presente Maximiliano Schonfeld, presidente de Iaaer, quien moderó el diálogo entre los creadores y el público. Durante el intercambio, los protagonistas de la película discutieron las diversas emociones y reflexiones que la trama despierta en los espectadores.
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Una escuela en Cerro Hueso
La película narra la vida de Julia y Antonio, una pareja cuya existencia se transforma radicalmente cuando su pequeña hija Ema, diagnosticada dentro del espectro autista, llega a la edad escolar. Esto los obliga a mudarse a una modesta localidad costera a orillas del río Paraná, donde se encuentra la única escuela que aceptó su solicitud de ingreso.
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Después de la proyección, una de las preguntas más recurrentes para Cappato fue sobre la mezcla de ficción y elementos autobiográficos en la historia. La directora compartió que la obra se inspira en la experiencia de su hermano menor, quien tiene síndrome del espectro autista, y en el valioso apoyo que recibieron sus padres a lo largo de esta compleja etapa. Sin embargo, Cappato aclaró que el resto del relato es una narrativa cuidadosamente elaborada, con diálogos propios y un guión desarrollado específicamente para la película. En cuanto a la ambientación, Cerro Hueso es un lugar inventado; la ubicación real de la historia es Vía Muerta, situada en el litoral santafesino.