Los niveles de agua del río Paraná registrados en los puertos entrerrianos continúan siendo marcas notoriamente por debajo de las normales para esta época del año, en un escenario levemente superior a lo observado durante las históricas bajantes de 2020 o del 2022: un caudal estable y que ascendió los últimos días, pero aún en niveles por debajo de aguas bajas.
El río Paraná sigue en niveles bajos, pero en ascenso
La tendencia de altura de aguas bajas persiste desde mediados de mayo. Ahora, el repunte permite un mejor cierre de año en Entre Ríos.
La bajante se intensificó desde mediados de mayo, cuando el río tenía una altura de más de 3 metros.
A partir de allí comenzó un camino de descenso con algunos altibajos, pero a principios de noviembre llegó a tener una altura menor al metro en el puerto de la capital entrerriana.
El agua –o mejor dicho, su escasez– provoca cambios en la economía, el turismo y la cotidianeidad de quienes viven de ella, o cerca de la costa.
Acopiadores, fileteadores, transportistas y más de 3.000 familias de pescadores del Paraná se ven afectados por la situación, al igual que las empresas areneras y los frigoríficos de la región.
No solo bajó la cantidad de pescadores y botes que circulan por el agua, sino que la baja cantidad de agua generó modificaciones en el ecosistema de flora y fauna de la zona.
Si bien sigue lejos de su altura normal y por debajo del nivel de aguas bajas (2,30 metros), la situación mejoró los últimos días gracias a las lluvias registradas sobre toda la cuenca, la erogación de agua de la represa Yacyretá, y el incremento del aporte del río Paraguay, según detalló el Instituto Nacional del Agua (INA) en un informe al que accedió UNO.
Lluvias necesarias
En los últimos 7 días se registraron precipitaciones leves a moderadas sobre el tramo medio del río (entre Goya y Rosario), al igual que en la zona del Delta y del estuario del río de La Plata.
Además, para la semana que inicia hoy se esperan más lluvias sobre el río, con mayor caída de agua sobre el tramo Corrientes - La Paz, y más leves hacia el sur del recorrido del río.
Según el INA, sus niveles continuarán “estables o en leve ascenso” las próximas semanas, con algunos crecimientos altos e incluso con la posibilidad de llegar a niveles “medios bajos” más al norte y con posibilidades de propagarse río abajo.
Efectos de El Niño
El Niño Oscilación del Sur (ENOS) es una alteración del océano y atmósfera en el Pacífico tropical que tiene consecuencias importantes en el clima alrededor del planeta, según el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen).
El ENOS (o ENSO en inglés) se produce cada cierto número de años, con dos fases opuestas: una en la que persiste un calentamiento del agua y lluvias en el Pacífico oriental conocido como “El Niño”, y la otra fase de enfriamiento llamada “La Niña”.
El estado actual del fenómeno es de condiciones neutrales, pero el INA estableció un 53% de probabilidades de que se desarrolle una fase fría (La Niña) y un 46% de que se genere una fase neutra hasta enero.
Como consecuencia, bajo condiciones de La Niña se inhiben las precipitaciones y los modelos prevén lluvias levemente inferiores a sus valores normales.
La situación mejoró respecto a los análisis realizados en septiembre y octubre pasados, cuando las posibilidades de presenciar un verano con menores precipitaciones que lo normal eran del 81% y 71%, respectivamente.
A pesar de ello, el escenario para la acumulación de agua fue complicado: entre agosto y octubre pasado, el INA registró lluvias por debajo del promedio de los registros entre 1961 y 1990.
Además, la precipitación acumulada de junio a septiembre generó en Entre Ríos el cuatrimestre más seco de los últimos 21 años, según los datos históricos de la Bolsa de Cereales.
Altura en cada puerto
En la capital provincial, el río crece desde el 25 de noviembre pasado y este lunes amaneció con una altura cercana a los 1,44 metros, lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y a 1,56 metros de su altura promedio para el mes de noviembre en los últimos 27 años (3 metros).
Además, el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que a mediados de mes el río oscile entre los 0,90 y 1,65 metros.
En el noroeste entrerriano, en La Paz, el río llegó a 2,24 metros de altura, menos que las aguas bajas (3,20 metros), y lejos de los 4,11 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1997 y 2023 para diciembre.
En tanto, el INA sostiene que continuará en esos niveles y podría alcanzar los 2,60 metros a mediados de mes.
En el puerto de Diamante, más al sur de la costa entrerriana, el río tiene su nivel en 1,68 metros, también por debajo de los 2,40 metros del límite de aguas bajas y del promedio histórico de 3,32 de los últimos 27 meses de noviembre.
Sin embargo, el INA prevé que el río baje hasta los 0,92 metros en ese puerto durante el último mes del año.
Por otro lado, en Victoria, el río Paraná también creció y hoy amaneció con 2,05 metros de altura, pero en la misma situación que el resto de Entre Ríos: por debajo de aguas bajas (2,60) y de sus 3,41 registrados como promedio, mientras que el INA estima que finalizará el año con una altura cercana a 1,49 metros.
Lo que resta del 2024
Durante octubre y los primeros días de noviembre continuó el escenario deficitario, con menores precipitaciones en el tramo La Paz – Rosario del río Paraná.
Asimismo, los niveles se sitúan notoriamente por debajo de los normales para esta época del año y la tendencia todavía no se ajusta al patrón estacional.
Las perspectivas hidroclimáticas en las áreas generadoras de caudal (Alto Paraná, río Iguazú y río Paraguay) indican que el nivel se mantendría “estable o en muy leve ascenso” hasta el último día del año, pudiendo observarse algunos incrementos ocasionales pero siempre en niveles de aguas bajas.
Dichas modificaciones se producirían por efecto de las operaciones de la represa de Yacyretá.