El sector hortícola evalúa el impacto que tuvieron en los cultivos las lluvias torrenciales en la región, que provocaron anegamientos, cortes de calles, evacuaciones y daños materiales en Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires (GBA), con precipitaciones que en ciertos lugares superaron los 200 milímetros en poco tiempo.
La producción hortícola está en riesgo por el calor y la humedad
Si bien la lluvia del fin de semana contribuye a que el suelo pueda recuperar los niveles hídricos tras la sequía, mucho calor puede estropear las plantas
4 de marzo 2025 · 07:35hs
El sol puede llegar a “hervir” las plantas en la huerta por el agua acumulada en los cogollos y esto preocupa al sector hortícola.
Algunos efectos que la gran cantidad de agua que cayó puede provocar en huertas y quintas son la destrucción física de las plantas, el incremento de plagas, la propagación de enfermedades transmisibles, entre otros. Y si bien en el cordón hortícola de Paraná no se registraron tormentas fuertes que causaran destrozos, la preocupación de quienes se dedican a la actividad reside en la persistente humedad y las altas temperaturas, que pueden ocasionar que algunas verduras se pudran antes de que puedan ser cosechadas.
Impacto de la lluvia en el cordón hortícola
En diálogo con UNO, Nicolás Bevilacqua, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de Entre Ríos (APHER), hizo referencia este tema y analizó: “Por un lado la lluvia del fin de semana viene bien, porque hemos tenido mucho tiempo de sequía y las tierras están verdaderamente secas y absorben enseguida toda esta agua. Pero por otro lado, tener muchos días nublados y tanta humedad no le hace bien a las plantas. Así que tiene su pro y su contra”.
En este marco, comentó: “Lo que nos pasa ahora es que hay también momentos en que sale el sol de golpe, y con esta humedad empieza a hervir la mercadería que todavía está en la huerta, debido al agua que queda acumulada en el cogollo; es lo mismo que echarle una pava de agua caliente. Por ejemplo, por estas cuestiones la lechuga repollada en esta época no se hace, porque al tener tantas capas de hojas, el agua ingresa y con estas altas temperaturas precisamente se hierve la planta, y ahí es cuando empieza a estropearse. Si uno al comprarla en la verdulería la corta y la ve podrida es por esa causa”.
“Necesitamos que haya menos humedad para garantizar la calidad de las plantas, pero no podemos hacer nada en contra de ese factor climático. Lo bueno es que no hubo una tormenta fuerte el fin de semana que rompiera los cultivos”, acotó el productor.
Riesgo de escasez
Por otra parte, el presidente de APHER sostuvo que esta situación generada por esas inclemencias del tiempo puede llegar a provocar una merma en determinados artículos, ya que no sólo en Entre Ríos se están dando estas condiciones climáticas, sino que también se registran altas temperaturas y muchas humedad en Mendoza y en Mar del Plata, dos polos productivos que abastecen con verduras al mercado del país, en el que Entre Ríos es una de las provincias destinatarias de mercadería. “Ahora se puede empezar a ver la merma de algunas cosas, porque la producción tiene un plazo. Por ejemplo, una lechuga se siembra cada 15 días para poder ir teniendo stock, y si los calores y la lluvia hacen daño, eso se ve a futuro. Y lo que no hay acá se trae de otro lado: ahora que está entrando mercadería de Mar del Plata y Mendoza, que distribuyen para todo el país, pero allá también hay poco, porque hace mucho calor y llueve”, afirmó.
Impacto en los precios
“Esta escasez de mercadería que se genera por las inclemencias del tiempo habitualmente produce después aumento de precios. Vamos a ver si esto es lo que pasa en un par de semanas, porque es difícil anticiparse”, explicó Nicolás Bevilacqua.
Sobre este punto, precisó que la zona de Mar del Plata “es muy productiva todo el año”: se traen desde allá papa, tomate, morrón, zapallitos, pepino, cebolla, batata, zapallo, zanahoria, ajo, entre otros productos, y agregó: “Otra cosa que hay que tener en cuenta es que Mar del Plata vende la mercadería al mercado que mejor anda, porque en esto prima la oferta y la demanda. Así que para que ellos te manden lo que produzcan tenés que ponerte a la par con tu mercado, porque si no lo desabastecés”.
Menos producción local
Asimismo, Bevilacqua señaló: “Cada vez más cosas se traen desde Mar del Plata y de otras zonas del país, porque en Paraná no queda mucha producción, y en Santa Fe menos, ya que es una zona que es más húmeda todavía y hace más calor”.
En este marco, tiempo atrás había explicado a UNO que de los productores del sector que hay en Entre Ríos, no todos están inscriptos en la asociación que preside, por lo que es difícil conocer con exactitud cuántos son en el territorio provincial. “Acá en Paraná estaremos quedando 10 como mucho. Y con la expansión de la ciudad hacia la zona sur, el cordón verde que integrábamos ya quedó dentro de la zona urbana y se hace más difícil trabajar”, dijo a modo de conclusión.